Suena el despertador, todavía hay algo de sueño, pero toca decir adiós a la cama, desayunar y vestirse para ir al colegio. Lo que en el fin de semana era diversión, ahora es obligación. No es de extrañar que muchos niños digan a sus padres que prefieren quedarse en casa en lugar de ir a la escuela y pasar las horas en el pupitre, en lugar de en casa.
¿TU HIJO NO QUIERE IR AL COLEGIO? ASÍ DEBES REACCIONAR

