
El desarrollo académico de los niños
Los seres humanos constantemente estamos aprendiendo, sin embargo, en la niñez, el aprendizaje es un pilar muy importante.
A nivel cerebral, se tienen dos fases importantes de desarrollo: la primitiva, que se da cuando somos bebés y busca cubrir las necesidades físicas y construir sentimientos de seguridad y la segunda fase es la emocional, en esta se tiene la capacidad comunicar y describir nuestros sentimientos de seguridad hacia el mundo real, que es en donde se enfrenta la mayor parte de retos del desarrollo.
El aprendizaje es un proceso natural, el ambiente se encarga de moldearlo y el cerebro de procesarlo.
Es significativo tener claro que necesitamos “aprender a aprender” ya que cada niño tiene diferentes habilidades cognitivas.
Las bases de la adquisición del aprendizaje residen principalmente en el equilibrio emocional y físico. Cuando se habla de que el ambiente moldea este proceso, se refiere a la importancia de contagiar el entusiasmo y fomentar por medio del ejemplo los beneficios de cada actividad.
La casa, es el lugar ideal donde el niño puede construir sus propias herramientas que le permitan crear un entorno apto para absorber las enseñanzas.
Existen 8 puntos básicos que pueden contribuir a esto:
- Tener reglas/normas en casa: Una de las principales habilidades a desarrollar en la vida de los niños es el autocontrol, esta área tiene su raíz en la corteza frontal del cerebro, si en casa fomentamos la práctica de acordar y respetar límites en familia, cooperaremos a formar individuos con la capacidad de auto contenerse.
- Aprender a aprender: el aprendizaje no solo se da a nivel académico, sino que necesita de una guía y acompañamiento. Para esto la paciencia y empatía ayudarán a fomentar la adaptación de nuestros niños ante nuevos escenarios. Dar un soporte emocional ayudará a mejorar la toma de decisiones y sentido de independencia de nuestros niños.
- Respetar la individualidad: En la actualidad, el valor propio se construye a través de experiencias, por ello será muy significativo si visualizamos a nuestros niños como individuos capaces de tomar decisiones a su alcance. Incluirlos en responsabilidades y compromisos de actividades propias de su edad. Escuchar sus necesidades y validar sus emociones, hará que los niños se sientan seguros. Los niños aprenden a través del ejemplo y el respetar la individualidad y espacios propios de los padres les ayudará a entender por medio de la realidad.
- Sueño y descanso: Al igual que en el contenido académico, los patrones de sueño necesitan guía y entrenamiento para conseguir rutinas de descanso reparador. El descanso es importante para estar físicamente preparados para aprender y a su vez, el tiempo de sueño efectivo genera una relación de cercanía y seguridad con los padres. Tener una rutina ayuda a proveer sentimientos de tranquilidad y estructura.
- Acompañamiento en los momentos de oportunidad: En diferentes ocasiones nos preguntamos qué hacer cuando nuestros hijos llegan con malas calificaciones o se equivocan en un comportamiento. La respuesta más común es reaccionar con enojo, regaños o castigos, sin embargo, estos momentos son pequeños “fracasos” que nuestro niños experimentaran y el cómo reaccionar y enfrentarlos es algo que también se debe aprender. De ahí la importancia de guiarlos de la manera más asertiva posible en estos momentos. Hacer preguntas como ¿Qué ha pasado?, ¿Cómo lo podemos solucionar? ¿Qué propones para que no se vuelva a repetir? serán herramientas efectivas que les ayude a resolver estas situaciones.
- Juego: El juego es el lenguaje principal de los niños, con él aprenden herramientas sociales, atencionales, cognitivas y emocionales. Tienen la habilidad de experimentar diferentes roles en momentos reales y ser creativos, lo cual les permite practicar diferentes soluciones a retos establecidos. Actividades físicas como caminar, ir al parque, andar en bici, practicar deportes, etc; contribuye a segregarse sustancias a nivel cerebral que facilitan el aprendizaje.
- Espacio físico: Somos seres integrales, el estar en un espacio ordenado y organizado, ayuda a que nuestra mente también lo esté. Este orden lo podemos comenzar asignando lugares específicos para el estudio, juego, comida, etc. Materiales necesarios para cada actividad, un asiento donde los pies toquen el piso y mesa o escritorio que favorezca una buena postura corporal. Podemos complementar con recursos externos que favorezcan a los sentidos como aromatizante suave para el ambiente, luz adecuada, etc.
- Hábitos de estudio y aprendizaje: El cerebro es capaz de recordar en su mayoría estímulos visuales. Estudios recientes muestran que la principal causa por la cual los niños y adolescentes no siempre pueden responder a los retos cognitivos y sociales es la “poca capacidad para recordar”, esta última se puede trabajar por medio de 3 hábitos:
- Autogeneración: Propiciar que el niño tome sus propias notas, con sus propias palabras
- Espacio de tiempo: Establecer un espacio de descanso, en el cual tenga la oportunidad de distraer por un momento a su mente, así el cerebro puede procesar y almacenar la información en la memoria.
- Recuperación: Permitir que el niño recupere la información adquirida y la plasme en un dibujo, mapa o esquema para después consultar el dibujo e intentar recordar el significado del mismo.
En conclusión, podemos realizar diferentes acciones en casa y en nuestra rutina diaria que impacte positivamente en el desarrollo académico y emocional, es importante tener presente que los padres y maestros somos los traductores del mundo de nuestros niños y su desarrollo adecuado es también nuestra responsabilidad.
Tags: aprendizaje, Desarrollo académico, Habilidades cognitivas, Torrelive
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