El Ballet

#EnLaTorre  a mi hija no le gusta el Ballet pero ¿por qué?, si es tan lindoooo!!.

Hoy les quiero contar una anécdota que tiene que ver directamente con mi hija… y es del día que aprendí que los niños tienen sus tiempos y debemos respetarlos. ¿Y por qué les digo esto?. Esta es la historia…

… cuando nació mi primera hija, Regina, la verdad es que enloquecí de amor… tener una hija es como ver realizado ese juego de niña donde amas, proteges, cuidas y vistes preciosas a tus muñecas… las mamás que como primer hijo tienen una nena me entenderán.

Entonces en mi cabeza había una imagen recurrente: ver a Regina vestida de tutú en el ballet… ¡¡¡ay me emocionaba tanto!!!… es más, creo que desde que la conocí, el día que nació, yo ya la veía con su tutú, debutando en Bellas Artes. ¡Se los juro!.. es que es tan lindo.

Pero obviamente no fue así ni modo que la metiera a clases recién nacida ¿no?,  tuve que esperar para cumplir mi sueño. El tiempo pasó y sí, en cuanto Regina cumplió año y medio corrí a inscribirla al ballet y verla por fin como una hermosa bailarina. Pero, ¿qué creen?, a ella no le gustó.

y lloró y lloró todas las clases.

Además la situación fue aún mas complicada porque yo estaba trabajando en ese entonces, estaba en gira de teatro así que su papá me enviaba los videos donde mi Regina no dejaba de llorar y yo terminaba llorando junto a ella a la distancia… ¿les ha pasado?…

Inmediatamente me sentí la peor madre, sentí que la estaba obligando a hacer algo que ella odiaba, que la estaba haciendo sufrir…  bueno yo ya me veía 10 años presa por maltrato infantil así que decidimos sacarla… ¡adiós a mis sueños de verla como una bailarina famosa!…

ay, ¿en serio la vamos a sacar, pero si es tan lindo?

Pero, ¿qué creen?, no, no todo estaba perdido… cuando cumplió 3 años, vimos en la tele una caricatura en dónde salía una bailarina y ella solita me pidió regresar a clases, ahora es la más feliz yendo al ballet y no es por nada pero la maestra dice que tiene un gran talento…

¿Qué aprendí de esto?, que los niños tienen sus tiempos y que debemos respetarlos, pero más aún, que nuestros sueños no siempre van a ser los de ellos. En este caso mi Regina también amó el ballet, pero si no hubiera sido así, si hubiera querido ser portera de futbol, por ejemplo, yo estaría ahí, en primera fila apoyándola y echándole porras… porque para una mamá, los sueños mas importantes son los de sus hijos… ¿o no?…

Platíquenme si han tenido alguna historia así, ¿va?…

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